Como siempre, los parques nacionales son los lugares predilectos para conocer y observar. Esta vez fue en el Parque Nacional El Palmar. Como de costumbre, llegamos sobre la hora (siempre nos pasa por parar en los caminos a fotear)
Ya sabíamos (averiguamos en la página) que era posible quedarse en carpa en el camping del PN, después de registrarnos, nos dimos cuenta que nos dejamos la bolsa de la carpa. De todos modos, decidimos quedarnos y dormir en el auto.
Como cerditos pastando en las praderas.
Tirados a la sombra, en la siesta. En forma intermitente, entran y salen del agua.


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